Irritabilidad y severidad como guías
Dos pacientes con el mismo diagnóstico, pero con respuestas completamente distintas al tratamiento. ¿Por qué? Muchas veces la diferencia está en la irritabilidad y severidad del cuadro clínico. Estos dos conceptos son tu brújula para decidir si empezarás controlando el dolor o progresando la carga.
Irritabilidad: la respuesta del tejido al estrés
Definida por Mueller et al. (2002), la irritabilidad refleja con qué facilidad se reproducen los síntomas y cuánto tardan en remitir. Saberlo te permite ajustar el tipo y la intensidad de la intervención.
Kelley et al. (2013) y Michener et al. (2015) destacan que este criterio es clave. Es fundamental evitar agravar síntomas en fases iniciales. También es esencial planificar la progresión de cargas.
Severidad: tres caras de un mismo concepto
Maitland (1977) diferenciaba entre:
- Severidad clínica: riesgo de eventos adversos.
- Severidad del dolor: intensidad y medidas necesarias para eliminarlo.
- Severidad funcional: impacto en actividades de la vida diaria.
Interpretar estas tres dimensiones evita errores y permite afinar la intervención.
Aplicación práctica en la toma de decisiones
Si la irritabilidad es alta, el foco inicial debe estar en el control de cargas externas. También debe estar en estrategias de reducción del estrés tisular. Si es baja, puedes iniciar la exposición progresiva a carga. La exposición puede comenzar desde el principio si la severidad funcional es el mayor problema.
Aprende a dominar esta estrategia
En nuestro Curso de Valoración Clínica Avanzada verás casos reales. En estos casos, la decisión entre carga y control del dolor marcó la diferencia en los resultados. Te daremos herramientas para:
- Evaluar irritabilidad y severidad con criterios objetivos.
- Adaptar la progresión según la respuesta del paciente.
- Evitar retrocesos por exceso o defecto de estímulo.
El video definitivo sobre irritabilidad y severidad
Os dejo el enlace al video que preparé para profundizar en la irritabilidad y la severidad de tus pacientes y cómo utilizarlo como herramienta para diseñar tu tratamiento:
Conclusión
No se trata de ser conservador o agresivo, sino de ser preciso. Y la precisión en fisioterapia empieza por saber medir lo que realmente importa antes de intervenir.
Bibliografía
- Mueller et al. (2002) – Definición de irritabilidad.
- Kelley et al. (2013) – Irritabilidad y planificación terapéutica.
- Michener et al. (2015) – Estrategias según irritabilidad.
- Maitland (1977);




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